Ha tenido que aterrizar una pandemia a nivel mundial para que muchos conozcan la guerra que existe por la información o desinformación que se genera en Internet. Acontecimientos recientes como el protagonizado por el jefe del estado mayor de la Guardia Civil, las cuentas falsas en el perfil del ministerio de sanidad, y otros eventos similares han obligado a la opinión pública a plantearse nuevas dudas.
La influencia en la información
En este caso no voy a hablar de que el caso práctico este intencionado o no. He cogido un medio como El País, que por cierto es uno de mis medios de referencia para hacer este ejemplo. Es uno de los medios que se les supone más afinidad al gobierno. Vamos a ver lo que ocurre con una simple búsqueda a través de su buscador:
Es cuando menos raro, que efectuando la búsqueda en su propio buscador, las búsquedas por coincidencia, que son las que se muestran por defecto hablen de términos como «llenar la despensa» o «actuar jutnos». Pero es que si nos vamos a la ordenación por fecha, los resultados tampoco se acercan en nada a lo que estamos buscando. hacer la prueba vosotros mismos en este enlace.
Ahora, nos vamos a Google y hacemos la búsqueda, a ver que sale….
La cosa cambia, un poco raro cuando menos que en la web de ElPais, no tengamos como «coincidencias» esos artículos, que en su propio titular incluyen nuestras palabras de búsqueda, da que pensar sobre la manipulación de la información.
En este caso hemos utilizado el buscador de noticias, y hemos incluido la palabra elpais al final, para que nos filtre un poco más al medio que vamos buscando. Podéis utilizar la búsqueda sin «elpais», el resultado será el mismo pero se intercalarán noticias de otros medios.
¿Como funciona o como se puede influir a través de las redes? intentamos explicarlo de la manera más sencilla.
Vamos con un caso que se produce miles de veces (desde siempre), y que es una práctica bastante utilizada no solo en política, sino también por marcas, medios de comunicación… etc.
La compra de perfiles falsos en Twitter, Facebook.. etc es algo que se ha hecho desde hace tiempo por mucha gente. No es algo que se pueda hacer en masa, ya que las plataformas pueden detectar este comportamiento y eliminar la cuenta o ponerla en «cuarentena».
Recientemente hemos visto como el Ministerio de Sanidad, ha emitido una nota de prensa que manifiesta que ha denunciado, la presencia de lo que califica como «cuentas sospechosas», comentando lo que se publicaba por parte del ministerio en la cuenta de Facebook.
La nota se emite tras la denuncia de varios usuarios que han detectado como perfiles un poco extraños, comentaban en este caso positivamente, todo lo que el gobierno decía a través del Ministerio de Sanidad. Eran cuentas de reciente creación, con fotos de gente «bien parecida», que no tenían seguidores, y con nombres muy españoles como pueden ser: Litzy Halpem, Jenny Cring… etc.
En otras ocasiones se han comprado en Twitter para cuentas como la de @marianorajoy.
En ambos casos lo que se suele buscar (y no digo que sea el caso y luego os explico porque), la popularidad de una cuenta en concreto, o que un artículo destaque sobre los demás en una red social, o los buscadores le den más relevancia.
Un ejemplo es que un usuario de Twitter, le da más validez a lo que dice una cuenta con 500 seguidores, que a lo que dice otra con 10. Es lo que se viene llamando comúnmente influencer.
Ahora bien, esto realmente beneficia a un usuario o cuenta. Pues yo creo que depende, porque a la vista de los últimos acontecimientos, más bien desprestigia a la cuenta que los posee. Es decir, alguien puede comprar las cuentas para que luego se hable de ello y se produzca el efecto inverso, un ataque frontal contra el gobierno.
Por otro lado, ¿Se puede desprestigiar un perfil o incluso eliminarlo?
Hay otra táctica que se utiliza en esta guerra de la información, aunque en este caso es un arma que dependiendo de contra quien la utilices se puede volver en tu contra, y es la del denunciar a otra persona/cuenta… etc.
La propia Twitter por ejemplo tiene establecidos una serie de pasos en su web para emitir denuncias sobre una cuenta. Hay perfiles que dicen que le han cerrado la cuenta y no saben porque, o bien se la han puesto en cuarentena durante un tiempo.
Hay una táctica que se puede utilizar y es la de denunciar masivamente a una cuenta. Es decir, cientos de perfiles pueden atacar a una cuenta de twitter para que la empresa actue contra ella.
Esto, ya sea en modo denuncia, o a través de comentarios no hacen más que desprestigiar a la persona o la marca. La primera queda en manos en este caso de Twitter para su estudio, para la segunda existe la figura del community manager, que se encargará de intentar en la medida de lo posible la imagen de la cuenta de la marca.
En definitiva, pienso que la batalla está servida, pero dudo mucho del beneficio que estas acciones puedan ayudar a unos u otros ya que siempre hay alguien en el bando contrario, que contrarrestará el ataque.
