Hablemos en serio… El Samsung Galaxy Note 7 es uno de los mejores smartphones presentados hasta la fecha. Sus problemas con las baterías es algo que no se puede tolerar, pero una vez corregido. ¿Debería Samsung vender de nuevo el Galaxy Note 7?, en mi opinión sí!!.
Samsung vendió millones de dispositivos de este modelo de smartphone, millones de Samsung Galaxy Note 7 que estarán almacenados en alguno de los centros del fabricante coreano. Tras las exhaustivas pruebas a las que se sometieron los Note 7, y una vez descubierto el problema, surge la duda de que hacer con ellos.
Durante la presentación de Samsung en el MWC, Green Peace, interrumpió el evento pidiendo a la empresa un buen plan para su reciclaje. En mi opinión la petición tenía razón, pero también hay que decir que fue un poco desproporcionada, las cosas se pueden hacer de otra forma.
Más si cabe teniendo en cuenta que Samsung parece no haber hecho nada todavía. Una de las posibles acciones que se podría realizar sobre los Note 7, sería desmantelarlos y aprovechar los componentes para otros smartphones. Con esto se reaprovecharía el material que ya está almacenado, y el proceso de reciclaje se aliviaría ya que se alargaría en el tiempo.
Pero si me preguntáis a mi, yo os respondería que lo mejor sería sustituir las baterías que tienen el problema, y volverlo a poner a la venta. Con un precio competitivo, el Samsung Galaxy Note 7 seguramente podría ser un superventas, más si Samsung se inclina por un mercado emergente.
La opción de un mercado emergente parece buena, pero sinceramente no veo inconveniente en que los coreanos, renombren el Samsung Galaxy Note 7, y lo pongan a la venta en Europa con otro nombre. A fin de cuentas, parece que el problema ha sido ya solventado.
Hay un inconveniente, tenemos a la vuelta de la esquina (mañana día 29), la presentación del Samsung Galaxy S8. Si los coreanos deciden poner a la venta en España por ejemplo el Note 7, con la gran potencia y características que atesora a un precio competitivo, quizás podría hacerle daño a las ventas del S8. Por otro lado la llegada del Note 8 se espera para finales de año, algo que sin duda también influiría en los planes de Samsung.
Por otro lado está la necesidad de recuperar confianza. Samsung tuvo una oportunidad de oro en el pasado MWC para limpiarla, hubiera bastado con llegar allí, presentar el Note 7 Refurbished, y dar a la prensa (había unos 2000 periodistas de todo el mundo), la oportunidad de ver que el problema estaba resuelto.
Si bien las ventas de un Note 7 reacondicionado pueden perjudicar a las ventas de los nuevos smartphones, también ayudarán sin ninguna duda a limpiar la imagen, algo que a día de hoy Samsung necesita. Veremos a ver que ocurre con los Note 7 que Samsung tiene en su poder.