Cuando el pasado mes de abril nos encontramos con la noticia de que en España y más concretamente en Granada se podría albergar un acelerador de partículas, la sorpresa fue mayúscula. La citada sorpresa no es porque no seamos competentes para hacerlo, sino por una situación política que llevamos arrastrando meses, y que parece haber entrado en una espiral que no tiene fin.
Hoy nos levantamos con la noticia de que posiblemente nos veamos abocados a unas terceras elecciones. Este hecho seguramente parecerá no tener relación directa, pero la estabilidad es algo que Europa mirará con lupa. Además este hecho ha limitado las acciones que puede tomar un gobierno en funciones.
A día de hoy una provincia como Granada castigada como muchas por la crisis en forma de paro e inversión, ve como se le escapa una oportunidad de oro para albergar uno de los centros de investigación con más proyección del sur de Europa. Polonia se sitúa a la cabeza en la lucha, sus administraciones han dejado claro el interés, un requisito imprescindible ante proyectos de este calado. Mientras en España no tenemos noticias tan positivas como las que nos llegan desde el Este de Europa.
¿Qué hará el acelerador de partículas?
Poniéndonos en antecedentes, el acelerador de partículas que podría ubicarse en Granada, tiene como finalidad, ni más ni menos que el estudio de la energía de Fusión. El gran proyecto ITER que engloba a países como Japón, Rusia EEUU… etc. Lo que se pretende conseguir es la construcción de una máquina que consiga este tipo de energía y para ello, es necesario realizar la investigación de colisión de partículas.
La búsqueda de los martiriales que puedan hacer realidad la fusión, que es en la práctica emular a nuestro sol, es algo de lo que se encargaría este nuevo acelerador. Japón y la Unión Europea tienen un proyecto conjunto en esta labor en el marco del proyecto IFMIF.
Conseguir la energía de fusión es un proyecto a largo plazo que tiene como meta 2050. A día de hoy se intenta acelerar este proceso con la construcción de materiales. Aunque estos no sean los definitivos, permitan en una fase intermedia un mejor estudio de como se comportan. Esta fase intermedia es la conocida como DEMO-ORIENTED NEUTRON SOURCE (DONES).
¿Un acelerador de partículas en Granada?
En realidad no es una pregunta que yo me haga. No solo Granada, España entera está repleta de mano de obra especializada en el ámbito científico. No creo que ninguno de vosotros dude de esto y si es así, podéis dar un repaso a los innumerables descubrimientos científicos que se llevan a cabo fuera de nuestro país, y tienen como actores a científicos españoles.
La comunidad científica de granada en el ámbito de la física resulta interesante. El entorno industrial donde se mueve está comenzando a nacer, y además contamos con una gran infraestructura que permiten el conectar rápidamente con el resto de Europa.
Polonia es el rival a batir
Seremos pesimistas, pero todo parece apuntar a que Polonia tiene más probabilidades de ser la elegida (y ojalá me equivoque). Al contrario que en España, todas las instituciones parecen ir a una con la candidatura. En el país del Este de Europa ya se han creado grupos de presión para favorecer su candidatura.
También se han creado grupos científicos con partidas económicas que ayuden a conseguir un acelerador de partículas que investigará una tecnología pionera.
El proyecto avanza aunque no de forma aparente
La parálisis legislativa en la que estamos sumidos desde hace ya 8 meses, lleva a que proyectos como este estén sobre la mesa y sin avanzar (aparentemente). No obstante tanto el Ayuntamiento de Granada, la UGR, así como el resto de instituciones, están intentando impulsar esta candidatura que repercutiría positivamente en la economía Granadina.
La parálisis por tanto llega desde las altas esferas. Según el Ministerio de Industria y Competitividad, ellos presentaron hace meses un plan de financiación en el que el gobierno central financiaría un 80% de la obra, mientras que la Junta de Andalucía costearía el 20% restante. Una inversión que podría financiarse a la vez con fondos FEDER, y que causaría un impacto económico, laboral y de especialización sin precedentes para la comarca granadina.
Este tipo de «Trenes» son de esos que van a pasar una sola vez. Dejar escapar una oportunidad con una inversión inicial de 600 millones de euros (poco más de lo que costo hacer el metropolitano), sería cuando menos inusual.
Esta obra, podría repercutir en más de 1.000 millones de retorno, y la creación de unos 12.000 puestos de trabajo. A lo que se suma que proyectaría a Granada como una sede tecnológica importante de cara a futuros proyectos.
Buenas noticias que dan esperanza…
Hace ahora casi un mes la rectora de la Universidad de Granada Pilar Aranda, anunciaba durante la Asamblea General de OnGranada, que el proyecto seguía con el apoyo de todas las Instituciones: «No hay parón en absoluto. Que no mostremos el trabajo realizado no significa que no se esté haciendo».
Por tanto desde las instituciones se hace un llamamiento a la calma. Desde este lado sin embargo, se ve con inquietud que no se den a conocer noticias sobre esos avances a los medios de comunicación. Por contra desde la candidatura de Polonia, no paran de llegar noticias que parecen hacer peligrar la llegada del acelerador de partículas a Granada.