En realidad dudo de que si mañana te doy un LG G7 ThinQ, no te digo que teléfono es, y te llevas un rato con el, me digas que no te gusta. El teléfono es en mi opinión, como todo lo que ha hecho LG hasta el momento en la gama alta, un buen terminal.
Llevo una semana con el en el bolsillo y he de decir que hasta el momento todo es positivo, la gestión de la batería, el rendimiento general del smartphone, e incluso la cámara, aunque en este último apartado he de decir que todavía me quedan cosas pro hacer.
Es en la cámara donde más críticas he leído desde que se presento, pero también es verdad que el software ha ido cambiando y como ocurre con otros fabricantes, seguramente LG le hada introducido mejoras sensibles que permitan al smartphone tomar fotografías en mejores condiciones.
Sin duda uno de los aspectos que más me atraen del LG G7 Thinq durante esta semana ha sido su exquisito diseño. Con un acabado que llama la atención, hace que las miradas se centren en el. Además es un móvil muy ligero, lo único que no me termina de convencer y esto no es innato del G7 es el notch, pero esto ya es cosa personal, y se que a muchos de vosotros os parece un invento fantástico (yo lo detesto).
En cuanto al rendimiento estoy más que satisfecho, una capa que sigue teniendo sus «cosillas» pero que gracias a la potencia y la experiencia, consigue un rendimiento fluido en todos los aspectos. Por último la batería, es una auténtica maravilla, me permite llegar al final del día en ocasiones, con casi el 45% de la misma, algo que solo he conseguido últimamente con el Xiaomi Mi Mix 2s.
¿El momento de comprar un G7 ThinQ?, pues entré el otro día en la página oficial, y lo encontré por 499 euros y en amazon por 373, claro está a la espera de que llegue el LG G8, pero no os equivoquéis, si la cámara da el resultado esperado, probablemente me lance a por un LG G7 como teléfono personal.
